Al momento de construir un portafolio nos toca decidir qué porcentaje destinar a la renta variable y a la renta fija, el porcentaje asignado dependerá de muchos factores, como por ejemplo la capacidad y disposición a tomar riesgos del inversor, dejaremos este tema pendiente para una próxima ocasión.
La principal diferencia entre instrumentos de renta variable y de renta fija, es la rentabilidad, en el primer caso la rentabilidad es variable, es decir, no se sabe con certeza cuanto se podría ganar en un tiempo determinado y en el segundo caso, se conoce desde un principio cuanto se podría ganar en un determinado periodo de tiempo; tomando en cuenta solo esta característica podemos observar que la renta variable tiene un mayor riesgo que la renta fija, por lo tanto, las rentabilidades otorgadas por la renta fija tienden a ser menores en comparación a la renta variable. Las acciones son un ejemplo de renta variable, los bonos y depósitos a plazo fijo son un ejemplo de renta fija.
Normalmente los instrumentos de renta fija tienden a estabilizar el portafolio en épocas de alta volatilidad, como el que estamos viviendo en la actualidad, entonces ¿qué instrumentos de renta fija puedo elegir como inversor minorista?
La opción tradicional seria comprar bonos de deuda privada (empresas) o de deuda pública (gobiernos), sin embargo, las barreras de entrada podrían parecerle inaccesibles a un inversor minorista, ya que los montos mínimos de inversión son elevados, también se deben tener en cuenta las comisiones de intermediación (mayor volumen, mejores comisiones) y el costo tributario por operar con este tipo de instrumentos, si compramos bonos extranjeros estaríamos sujetos a tributar como renta extranjera, lo cual implica pagar impuestos entre un 8%-30% dependiendo de los ingresos de cuarta y quinta categoría del inversor; todo ello mermaría considerablemente la rentabilidad del inversor. Otra opción serían los ETF’s de bonos, sin embargo, seguiríamos incurriendo en los costos mencionados.
Ante esta situación surge una alternativa a tener en cuenta: los depósitos a plazo fijo, estas operaciones consisten en depositar dinero por un periodo de tiempo específico a la espera de una rentabilidad segura; y lo más interesante es que se encuentran respaldados por el Fondo de Seguro de Depósitos (FSD), hasta un monto de S/116,284.00 (marzo-mayo 2022) por entidad financiera que sea miembro de este fondo. Es decir, si la entidad miembro en la que depositamos nuestro dinero quiebra, podremos recuperar nuestro capital más intereses hasta por el monto de cobertura y la guinda del pastel es que los intereses percibidos están exonerados del impuesto a la renta, por lo que estaríamos percibiendo intereses netos.
Actualmente las rentabilidades ofrecidas por estos instrumentos son considerables, debido al incremento de la tasa de interés de referencia en el Perú (4.5%), lo cual impacta incrementando las tasas pasivas (cuentas de ahorro, depósitos a plazo fijo, etc.) y las tasas activas (costo del credito), este aumento de la tasa de interés de referencia es en respuesta a la inflación que se está dando actualmente:
Fuente: https://www.bcrp.gob.pe/
De continuar este escenario inflacionario, las tasas podrían ir incrementándose, de lo contrario, podrían reducirse para estimular la actividad económica, disminuyendo en consecuencia las rentabilidades de los depósitos a plazo fijo, por ello considero que actualmente es un buen momento para destinar un porcentaje del patrimonio a este tipo de instrumentos, actualmente podemos encontrar depósitos a plazo fijo con plazos que van desde los 30 días hasta los 1080 días (3 años), ofreciendo una mayor rentabilidad los que tiene vencimiento más largo. Una estrategia vendría a ser distribuir una parte del patrimonio en depósitos a plazo fijo con vencimientos a 1,2 y 3 años, que nos permitirá “congelar” la rentabilidad actual ofrecida, así bajen las tasas de interés.
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¿Y qué pasa si las tasas se incrementan considerablemente respecto a la actualidad? Lo bueno de estos instrumentos es que podemos cancelarlos antes de tiempo con relativa facilidad, eso sí, sacrificaríamos la rentabilidad obtenida hasta ese momento (algunas entidades podrían tener alguna penalidad, por ello es importante averiguar bien) y podríamos contratar otro depósito a plazo fijo con mejores rentabilidades.
A continuación, presento los mejores (en rentabilidad) depósitos a plazo fijo a la fecha:
- Caja Centro
- Caja Raíz
Para el caso de caja centro, será necesario acudir a su sede física para la firma del contrato, en el resto, la apertura se realiza de forma virtual.
Es importante tener en cuenta la inflación al momento de calcular los rendimientos reales de nuestras inversiones, por ejemplo, si asumimos que en los próximos 12 meses la inflación será del 4.39% (expectativas de inflación del BCRP) y nuestro depósito a plazo fijo nos rindió un 7.5%, entonces nuestro rendimiento real seria del 3.11%, no el 7.5% obtenido, por ello que es muy importante poner a trabajar nuestro dinero para no perder poder adquisitivo en el tiempo.
En Invertir para el Futuro estamos constantemente buscando la forma de rentabilizar nuestro dinero.
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El inversor tiene que tener en cuenta que la evolución pasada de los valores o instrumentos o resultados históricos de las inversiones, no garantizan la evolución o resultados futuros.
